*La expedición granota regresó a Valencia para desplazarse a Zaragoza en vuelo chárterEl partido ante el Zaragoza empezó a jugarse en la carretera. Y con resultado adverso. La expedición del Levante había iniciado su viaje desde Valencia hacía la ciudad aragonesa a las 16.00 horas y tenía prevista su llegada unas cuatro horas más tarde, antes de la hora de cenar. Pero el temporal que asola la Península obligó a la comitiva levantinista a echar el freno y bajarse del autobús en el término municipal de Barracas, situado a unos 85 kilómetros de Valencia, en la comarca del Alto Palancia.
La autovía A-23 de Sagunto a Somport había sido cerrada por las autoridades a la altura de la localidad castellonense de Barracas, que colinda con la provincia de Teruel. El autobús que desplazaba al Levante se vio obligado a dar marcha atrás y tuvo que volver a Valencia. La nieve había dejado al Levante tirado en la carretera.
De forma inmediata, el club buscó una solución de urgencia para poder llegar en la noche de ayer a Zaragoza. Y la solución llegó vía aérea. Rápidamente, el club de Orriols gestionó un vuelo chárter que tenía previsto salir del aeropuerto de Manises entre las 21.00 y las 22.00 horas.
La preocupación por un problema de este tipo estriba en el cansancio físico que puede ocasionar a los jugadores el exceso de horas de viaje y lógicamente, el desembolso económico extra que el Levante tuvo que afrontar al trasladar a la plantilla en el vuelo chárter.
El inoportuno incidente, que afortunadamente no tuvo mayores consecuencias, fue el primero que el Levante tuvo que solventar en su viaje a Zaragoza. El próximo, ya sobre el césped, será frenar al conjunto de Marcelino García Toral. El técnico granota, Luis García debe buscar la fórmula adecuada para dejar completamente helado al cuadro zaragocista y embolsarse una victoria que permitiría al Levante asentarse definitivamente entre los favoritos al ascenso.
Fuente: Las Provincias de Castellón
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