Los vecinos de Barracas viven uno de los días más gélidos que se recuerdan con una temperatura mínima de -14 grados

Barracas parecía un pueblo fantasma. Por la calle no había un alma. Nadie se atrevía a asomar el morro. La noche del sábado, una de las más frías que se recuerdan en esta localidad del Alto Palancia, se alcanzó la temperatura más baja que se ha registrado este año en la Comunitat Valenciana: -14 grados.

Mercedes Morte ha vivido toda la vida en Barracas, a casi mil metros por encima del nivel del mar, en el interior, a 83 kilómetros de Castellón y 70 de Valencia, un lugar donde suele hacer mucho frío en invierno. «Pero no tanto como hoy», se apresura a puntualizar esta vecina de Barracas. «Los días de nevada hace menos frío que ahora. Por la noche llegamos a -14 y esta mañana, cuando yo me he levantado a las ocho, el termómetro todavía marcaba -9».

La casa de Mercedes Morte es de las más cálidas del pueblo. Allí regenta un horno, el negocio donde se cuece el pan desde 1955. Y ayer, tanto ella como sus vecinos, aprovecharon que era domingo para no salir de casa. «No se ve a nadie por la calle. Sólo se ve el humo de las chimeneas, la única muestra de que hay vida en el pueblo, de que estamos aquí», explica esta mujer resguardada en su hogar, desde donde observa un viejo lavadero, las «balsas viejas» le llaman, donde vio una escena llamativa. «Desde la ventana veía a unos perrillos que caminaban por encima del agua, totalmente congelada».

Mercedes no piensa salir a la calle para nada. «Este frío es una barbaridad», comenta. Así que no queda otra que hacerse fuerte en casa, «delante de la chimenea de leña y tomando comidas fuertes».

Fuente: Las Provincias de Castellón